Galisteo (Villa de)
Villa con Ayuntamiento, en la provincia y audiencia territorial de Cáceres (12 leguas) partido judicial de Plasencia ( 3 leguas), diócesis de Coria (4 leguas), Capitanía General de Extremadura (Badajoz, 24 leguas).
Situada en un cerro, a la margen izquierda del río Jerte. Es de clima cálido. Reinan los vientos del este y oeste, y se padecen intermitentes e inflamatorias. Tiene 230 casas, de piso bajo en lo general, de sólida construcción y bastante cómodas, con plaza y calles llanas, bien empedradas y limpias. Hay casa municipal; cárcel. Escuela de primeras letras, dotada con 2.220 reales de los fondos públicos, a la que asisten 80 niños de ambos sexos. Un palacio desmantelado, que pertenece al señor duque de Montellano y del Arco (Cervellón), señor que fue de la villa y su estado, en el cual, entre otros restos, se conserva una buena columnata de cantería muy fina y la escalera principal de mucho gusto. Una iglesia parroquial, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, curato de primer ascenso y provisión ordinaria. Y los cimientos de una ermita con advocación a San Antonio.
Toda la población está cercada de una fuerte muralla, bien conservada, con sus almenas y entradas perfectamente definidas. La construcción de esta muralla es notable, por ser toda ella de argamasa y rollos pelados del río. Las entradas son tres: una, al este; otra, al suroeste; y la tercera, al norte; con buenas puertas para cerrarse.
En las afueras, al suroeste, existen las tapias de un convento de dominicos, arruinado durante la guerra de la Independencia, cuya obra era del mejor gusto y arquitectura. Fue fundado por don García Fernández Manrique, señor de la Villa, por los años de 1545, dotándole con rentas suyas, bajo ciertas condiciones. Al mismo señor debe su fundación el puente que al lado norte se encuentra, todo de cantería y sólida construcción, en cuyo centro se eleva un nicho con el busto y las armas del citado duque. Se surte de aguas potables en dos fuentes inmediatas, llamadas Nueva y Vieja, de buenas aguas, aunque algo sosas; y de las cristalinas del río.
Confina el término: Por el norte con los de Aldehuela y Valdeobispo; por el este, con el de Plasencia; con el sur, con los de Mirabel y Riolobos; y por el oeste, con el de Montehermoso. A distancia de media a una legua.
Y comprende unas 3.000 fanegas, la mitad de campo y la otra mitad de buenos montes de encinas, en las que se hallan la dehesa del Rincón, con su casita para el guarda, y otra dehesa propia de los vecinos.
Le baña el río Jerte, que corre de Este a Oeste, al norte de la villa, en cuyo sitio se halla el puente que hemos citado, cuyo río se junta a un cuarto de legua con el Alagón.
El terreno es pedregoso, incrustado de rollos pelados; en gran parte arenoso y arcilloso, seco, duro y de inferior calidad.
Caminos: pasan los del sur de la provincia a Castilla la Vieja y la antigua calzada de los romanos en dirección a Cáparra. El Correo se recibe en Plasencia, por valijero, tres veces a la semana.
Producción: trigo, cebada, centeno, garbanzo de buena calidad, hortalizas, frutas, poco vino y aceite. Se mantiene ganado vacuno, cabrío, lanar, de cerda, caballerías mayores y menores; y se cría caza menuda, y pesca de peces y anguilas.
Industria y comercio: tres molinos harineros en buen estado sobre el Jerte; uno sobre el Alagón; uno de aceite movido por caballerías. Se exporta los cereales y ganados, importándose telas de vestir. Se celebra una feria el día 15 de Agosto muy concurrida de ganados.
Población: 220 vecinos, 1.205 almas.
Capital de producción: 3.958.100 reales.
Impuestos: 198.005 reales
Contribución: 25.172 reales y 8 maravedíes.
Presupuesto municipal: 25.203 reales, del que se pagan 2.800 al secretario y 3.300 al médico por sus respectivas dotaciones, y se cubre de arbitrios con los rendimientos de propios.
Situada en un cerro, a la margen izquierda del río Jerte. Es de clima cálido. Reinan los vientos del este y oeste, y se padecen intermitentes e inflamatorias. Tiene 230 casas, de piso bajo en lo general, de sólida construcción y bastante cómodas, con plaza y calles llanas, bien empedradas y limpias. Hay casa municipal; cárcel. Escuela de primeras letras, dotada con 2.220 reales de los fondos públicos, a la que asisten 80 niños de ambos sexos. Un palacio desmantelado, que pertenece al señor duque de Montellano y del Arco (Cervellón), señor que fue de la villa y su estado, en el cual, entre otros restos, se conserva una buena columnata de cantería muy fina y la escalera principal de mucho gusto. Una iglesia parroquial, dedicada a la Asunción de Nuestra Señora, curato de primer ascenso y provisión ordinaria. Y los cimientos de una ermita con advocación a San Antonio.
Toda la población está cercada de una fuerte muralla, bien conservada, con sus almenas y entradas perfectamente definidas. La construcción de esta muralla es notable, por ser toda ella de argamasa y rollos pelados del río. Las entradas son tres: una, al este; otra, al suroeste; y la tercera, al norte; con buenas puertas para cerrarse.
En las afueras, al suroeste, existen las tapias de un convento de dominicos, arruinado durante la guerra de la Independencia, cuya obra era del mejor gusto y arquitectura. Fue fundado por don García Fernández Manrique, señor de la Villa, por los años de 1545, dotándole con rentas suyas, bajo ciertas condiciones. Al mismo señor debe su fundación el puente que al lado norte se encuentra, todo de cantería y sólida construcción, en cuyo centro se eleva un nicho con el busto y las armas del citado duque. Se surte de aguas potables en dos fuentes inmediatas, llamadas Nueva y Vieja, de buenas aguas, aunque algo sosas; y de las cristalinas del río.
Confina el término: Por el norte con los de Aldehuela y Valdeobispo; por el este, con el de Plasencia; con el sur, con los de Mirabel y Riolobos; y por el oeste, con el de Montehermoso. A distancia de media a una legua.
Y comprende unas 3.000 fanegas, la mitad de campo y la otra mitad de buenos montes de encinas, en las que se hallan la dehesa del Rincón, con su casita para el guarda, y otra dehesa propia de los vecinos.
Le baña el río Jerte, que corre de Este a Oeste, al norte de la villa, en cuyo sitio se halla el puente que hemos citado, cuyo río se junta a un cuarto de legua con el Alagón.
El terreno es pedregoso, incrustado de rollos pelados; en gran parte arenoso y arcilloso, seco, duro y de inferior calidad.
Caminos: pasan los del sur de la provincia a Castilla la Vieja y la antigua calzada de los romanos en dirección a Cáparra. El Correo se recibe en Plasencia, por valijero, tres veces a la semana.
Producción: trigo, cebada, centeno, garbanzo de buena calidad, hortalizas, frutas, poco vino y aceite. Se mantiene ganado vacuno, cabrío, lanar, de cerda, caballerías mayores y menores; y se cría caza menuda, y pesca de peces y anguilas.
Industria y comercio: tres molinos harineros en buen estado sobre el Jerte; uno sobre el Alagón; uno de aceite movido por caballerías. Se exporta los cereales y ganados, importándose telas de vestir. Se celebra una feria el día 15 de Agosto muy concurrida de ganados.
Población: 220 vecinos, 1.205 almas.
Capital de producción: 3.958.100 reales.
Impuestos: 198.005 reales
Contribución: 25.172 reales y 8 maravedíes.
Presupuesto municipal: 25.203 reales, del que se pagan 2.800 al secretario y 3.300 al médico por sus respectivas dotaciones, y se cubre de arbitrios con los rendimientos de propios.

Descripción de Pascual Madoz. “Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar.” Madrid 1850. Edición de Sánchez Loro